Los pensamientos negativos, son ideas que aparecen en nuestra mente y que nos provocan emociones desagradables. Normalmente, las emociones que aparecen tras un pensamiento negativo son tristeza, ansiedad, miedo, ira o enfado y culpa, es por ello que sabemos que este tipo de pensamientos, si no los combatimos, a la larga pueden afectar a nuestra autoestima, haciendo que nos valoremos menos de lo que realmente valemos, quitándonos energía y motivación para el día a día.Los pensamientos negativos, los tenemos todos los seres humanos, tienen una forma simple, de frase corta y aparecen de manera inconsciente, lo que quiere decir que, en un principio, y si no hacemos nada con ellos, son como una «vocecita» que nos dice frases contundentes y que al no ser conscientes las damos por válidas, manejando nuestra manera de comportarnos con nosotros mismos y con los demás.
Existen diferentes tipos de pensamientos negativos, los que más aparecen, dada nuestra cultura y nuestra manera de relacionarnos con los demás y con el mundo son los siguientes:
LOS 5 TIPOS DE PENSAMIENTOS NEGATIVOS MÁS COMUNES
Pensamiento dicotómico, en blanco o negro:
Este tipo de pensamiento nos da una visión del mundo absolutista. Pensamos en todo o nada, en siempre o nunca. Por ejemplo “Siempre me pasan a mí las desgracias” “Todas las cosas que me rodean me ponen triste”.
Lectura del pensamiento:
Son todas las veces que creemos que sabemos lo que están pensando los demás, generalmente, de nosotros mismos. Por ejemplo “Estoy seguro/a de que piensa que soy un/a idiota” “No voy a hacer la prueba porque sé que si suspendo, mis padres pensarán que no valgo para nada”.
Generalización:
Es cuando creemos que al conocer el resultado de una situación o conocemos una sola parte de algo, el resto serán igual. Por ejemplo “todos los parques de atracciones son peligrosos porque de pequeño me hice daño en una atracción” o “Todos los hombres o todas las mujeres son iguales”.
Catastrofismo:
Es un tipo de pensamiento que nos hace creer que las cosas siempre van a salir mal, y que no podemos hacer nada para remediarlo, hace que nos centremos en lo negativo. Por ejemplo “He quedado el séptimo en las oposiciones y yo me había preparado para el primero” centrarse en lo que no se ha conseguido, en vez de en lo que se tiene.
– Los debería o tendría que:
Son todos aquellos pensamientos que nos dicen lo que debería o tendría que hacer, siendo una imposición inconsciente y sin sostenibilidad real. “Debería ir a ver a mi amigo todos los días aunque no me sienta valorado, porque es lo que toca”
Existen más tipos de pensamientos negativos, como son las expectativas inalcanzables, la autoculpabilidad o la dramatización de las situaciones. Todos ellos tienen unas características comunes:
CARACTERÍSTICAS DE LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS:
- Aparecen como frases cortas y simples.
- Aparecen de manera inconsciente, de repente están sin buscarlos en la cabeza.
- Aumentan en situaciones estresantes, conflictos o cambios inesperados en nuestras vidas.
- Nos sabotean nuestras emociones, nuestras creencias y nuestro comportamiento.
- Pueden ser sobre el pasado (en forma de recuerdo, nos cuentan lo mal que fue una situación) o sobre el futuro (nos pre-ocupamos de situaciones futuras).
3 PASOS CLAVE PARA COMBATIR A LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS:
1- IDENTIFICARLES.
Como hemos comentado, es normal que aparezcan y no podemos oponernos a ellos. Si no queremos pensar en un “elefante rosa” pensaremos en un “elefante rosa”, pues lo mismo pasa con los pensamientos negativos, si luchamos contra ellos, estaremos prestándoles atención, por lo que en primer lugar debemos saber que existen.
Cuando nos descubramos envueltos en este tipo de pensamientos, el primer paso es Identificarlo, llevarlo a nuestro consciente. El pensamiento ha aparecido inconscientemente y ahora debemos esforzarnos en hacerlo consciente.
2- ANALIZAR LA RACIONALIDAD DEL PENSAMIENTO.
Una vez hayamos detectado el pensamiento, por ejemplo: “Seguro que mañana fracaso en la entrevista de trabajo que tengo”, vamos a hacernos preguntas para saber cuánto de real hay en él.
- ¿Qué es lo que realmente me preocupa?
- ¿Me he preparado bien el tema? ¿Conozco la empresa? ¿Me he formado para el puesto?
En función de lo que te respondas a las preguntas, podrás observar que no hay porqué preocuparse, o al contrario se debe poner solución a la situación, pero no dar por válido un pensamiento catastrofista sin racionalizarlo.
Otro ejemplo sería, al tener una discusión con un amigo pensar: “Siempre igual, nadie piensa como yo, al final me voy a quedar solo”, en este caso nos podríamos preguntar:
- ¿Con cuánta gente me relaciono día a día?
- Realmente ¿Nadie en el mundo entero piensa como yo? Y si es así ¿Es tan grave como para que nadie quiera estar conmigo por no pensar como yo?
Una vez hayamos analizado la realidad de la información que nos está viniendo a la mente, y nos demos cuenta de que no es totalmente verdad y de que estamos poniendo un filtro negativo a la información pasaremos al tercer paso:
3- SUSTITUYE EL PENSAMIENTO NEGATIVO POR UN PENSAMIENTO ALTERNATIVO POSITIVO
En este paso, hemos de tener en cuenta cambiarnos “las gafas” con las que estamos pensando y cambiarlas por unas “gafas” más realistas y positivas. Siguiendo con los ejemplos anteriores; en el primer caso podríamos decir:
- Estoy nervioso/a por la entrevista de mañana. Me la he preparado y he hecho todo lo posible para que salga bien. Seguro que consigo el puesto. Si no sale bien, aprenderé qué más tengo que hacer para que la próxima salga mejor.
En el segundo ejemplo:
He intentado exponer mi opinión, quizás la próxima vez, podría intentar no ponerme nervioso/a en la conversación y así intercambiar mejor las ideas
TENER EN CUENTA
Los pensamientos negativos, son pensamientos que experimentamos todas las personas, pero hay que tener en cuenta que si no los podemos combatir, nos causan malestar a nosotros o a los que nos rodean, o son muy recurrentes, existen técnicas específicas que, junto a profesionales, pueden ayudarte a disminuir el sufrimiento o a combatir sus causas. Por ello, si crees que tienes un problema con este tipo de pensamientos, lo mejor, es que busques ayuda en profesionales cualificados.
María Rodríguez Rubio
Psicóloga General Sanitaria, Experta en Inteligencia Emocional y Socia Fundadora. en dspga – Psicología, Coaching y Formación.